dimarts, 18 de novembre del 2014

dimarts, 15 d’abril del 2014

Criado y señora (Robert Walser -microgramas-)

Con desgana y distinción, con coraje y tranquilidad les comunico que me he convertido en un ser desconsiderado y cruel. Ya no siento ningún respeto por las mujeres y me dan ganas de llorar por semejante conquista. ¿Quién hará que me ahogue en mi llanto? ¿Nadie? Pues es una pena. Resulta que una señora se dirigió a mí y me dijo en tono amable: “¡Querido!”. “Yo no soy su querido”, le respondí. Ella prosiguió y dijo: “Leí sus libros y deduje que se dedicaba usted a servir, y quisiera humildemente invitarle a ser mi criado. Estará usted la mar de bien, se lo aseguro”. “Muchas gracias por la mar y por el bien”, salió de mi torpe boca sin yo quererlo. “Deje que la vea bien.” La miré entonces fijamente con desprecio y le dije: “En todo caso, tengo algunas objeciones que hacerle”. “Le escucho”, respondió armada de valor. Qué simpática, qué modesta, y yo, que soy un hombre que ha visto y conocido mucho mundo, le dije: “Su deseo debería corromperme. En cierto sentido, su bienintencionada respuesta me conmueve. Está claro que conmigo tiene solo buenas intenciones. Me parece usted muy gentil. Lo que es bien cierto, habría que añadir. Sin embargo, debo decir que con un talento como el mío no se juega. Su aspecto tan bondadoso me fastidia. Su amable fe en mi persona me importa un comino. Además, a mí me gusta comportarme de manera distinta a como pueden dar a entender mis libros, que he escrito solamente para que la gente los leyera. En realidad soy una singular especie de criado; y el criado que aparece en mis libros me trae sin cuidado, que lo sepa. Haga el favor de no sacar de su contexto el poco arte que hay en mis libros. Por lo demás, no me desagrada usted lo más mínimo, pero es culpable de una ingenuidad que me obliga a tratarla con el debido desprecio, cosa que espero no se tome a mal”. Se quedó llena de admiración por mi persona, perpleja y sin habla. Me dio pena. De la gente que me da pena suelo alejarme lo antes posible. Y eso es lo que hice. A la señora le concedí el placer de seguir al criado con la mirada.

dijous, 27 de març del 2014

EL POT PETIT (concurs)

Primer Concurs de Micro relats “EL POT PETIT” L’Obrador de Literatura 2014 Bases: Qui pot participar: tothom. En quina llengua: en català o en castellà. Quants micro relats cada participant: un. Tema: lliure. On enviar-lo: a l’adreça: pereingles@gmail.com en un document Word o PDF, sense nom. Presentació: Times New Roman, cos 12, interlineat doble. Extensió màxima: la d’un micro relat, que es pugui llegir d’una tirada. El termini d’admissió: fins el dissabte 31 de maig de 2014. Jurat: Raquel Loscos, dramaturga i directora teatral, i Sara Sansuan, actriu i dinamitzadora cultural. Premis: tres (un guanyador i dos accèssits): o Al guanyador: una ampolla Magnum Pruno 2011 de vi negre (D.O. Ribera del Duero) i quatre passis per als 4 Bornis de la temporada 2014-15. o Al primer accèssit: 3 passis o Al segon accèssit: 2 passis. Lliurament: es farà a la sessió dels 4 Bornis a Innisfree del 15 de juny. A Barcelona, 15 de febrer de 2014

dimecres, 12 de març del 2014

La trístisima tarde

La tristísima tarde del martes 1 de marzo de 1994, hace ya veinte años, murió mi padre, el poeta cubano Eliseo Diego. Vivíamos por aquel entonces, de forma temporal, mis padres, mis hermanos y yo, en la Colonia del Valle, en la Ciudad de México, en un apartamento que se encontraba en una calle con un lindo nombre, la calle Amores. Los médicos cubanos nos habían advertido que mi padre tenía un "pronóstico de vida corto". Sus pulmones estaban desbaratados por el cigarro y ya, muchos años antes, su corazón le había enviado la primera señal de peligro. Pero le habían concedido el Premio Internacional de Poesía Latinoamericana 'Juan Rulfo', que fue una de las alegrías más grandes de su vida, y había decidido pasarse una temporada en ese hermoso país donde tanto lo querían y quieren y donde tan bien se sintió siempre. Recuerdo que cuando esperábamos la ambulancia, le pedí que se acostara y estuviera lo más calmado posible. Papá se puso sus espejuelos y escogió, de entre todos sus libros, el Orlando de Virginia Woolf. Sobre su pecho quedó el libro abierto. Fragmento de Palabras por lo veinte años de la muerte de mi padre”, de Josefina de Diego

dijous, 23 de gener del 2014

de La Vida Breve (Juan Carlos Onetti)

Sobre el escritorio, la fotografía estaba entre el tintero y el calendario; las cabezas de los tres repugnantes sobrinos de la Queca esforzaban sus sonrisas a la espera del momento en que el hombre que me había alquilado la mitad de la oficina -se llamaba Onetti, no sonreía, usaba anteojos, dejaba adivinar que sólo podía ser simpático a mujeres fantasiosas o amigos íntimos- se abandonara alguna vez, en el hambre del mediodía o de la tarde, a la estupidez que yo le imaginaba y aceptara el deber de interesarse por ellos. Pero el hombre de cara aburrida no llegó a preguntar por el origen ni por el futuro de los niños fotografiados. “Lindos, ¿eh?, hubiera dicho yo; la hembrita es deliciosa”; y miraría sin pestañear a la muchachita de gran cinta en el pelo y ojos sin inocencia que alzaba el labio superior para toda la eternidad. No hubo preguntas, ningún síntoma de deseo de intimar; Onetti me saludaba con monosílabos a los que infundía una imprecisa vibración de cariño, una burla impersonal. Me saludaba a las diez, pedía un café a las once, atendía visitas y el teléfono, revisaba papeles, fumaba sin ansiedad, conversaba con una voz grave, invariable y perezosa.

dijous, 16 de gener del 2014

La emocionante carta de Juan Gelman al nieto que la dictadura le robó

Principia Marsupia



gelman
Imagen: Instituto Cervantes
Juan Gelman pagó muy caro su activismo contra la dictadura argentina. El 24 de agosto de 1976, un grupo de militares irrumpió en su casa. Él no estaba allí. Se llevaron a su hijo y a su nuera embarazada. Nunca volvería a ver a ninguno de los dos.
En 1995 Gelman escribió esta carta abierta a la nieta o nieto que la dictadura le había robado.
Dentro de seis meses cumplirás 19 años. Habrás nacido algún día de octubre de 1976 en un campo de concentración.
Poco antes o después de tu nacimiento, el mismo mes y año, asesinaron a tu padre de un tiro en la nuca disparado a menos de medio metro de distancia. Él estaba inerme y lo asesinó un comando militar, tal vez el mismo que lo secuestró con tu madre el 24 de agosto en Buenos Aires y los llevó al campo de concentración Automotores Orletti que funcionaba en pleno Floresta y los militares habían bautizado “El Jardín”.
Tu padre se llamaba Marcelo. Tu madre Claudia. Los dos tenían 20 años y vos, siete meses en el vientre materno cuando eso ocurrió. A ella la trasladaron -y a vos en ella- cuando estuvo a punto de parir. Debe haber dado a luz solita, bajo la mirada de algún médico cómplice de la dictadura militar. Te sacaron entonces de su lado y fuiste a parar -así era casi siempre- a manos de una pareja estéril de marido militar o policía, o juez, o periodista amigo de policía o militar.
Había entonces una lista de espera siniestra para cada campo de concentración: los anotados esperaban quedarse con el hijo robado a las prisioneras que parían y, con alguna excepción, eran asesinadas inmediatamente después. Han pasado 12 años desde que los militares dejaron el gobierno y nada se sabe de tu madre. En cambio, en un tambor de grasa de 200 litros que los militares rellenaron de cemento y arena y arrojaron al río San Fernando, se encontraron los restos de tu padre 13 años después. Está enterrado en La Tablada. Al menos hay con él esa certeza.
Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste. Me lo aseguró el padre Fiorello Cavalli, de la Secretaría de Estado del Vaticano, en febrero de 1978. Desde entonces me pregunto cuál ha sido tu destino. Me asaltan ideas contrarias.
Por un lado, siempre me repugnó la posibilidad de que llamaras “papá” a un militar o policía ladrón de vos, o a un amigo de los asesinos de tus padres. Por otro lado, siempre quise que, cualquiera hubiese sido el hogar al que fuiste a parar, te criaran y educaran bien y te quisieran mucho. Sin embargo, nunca dejé de pensar que, aun así, algún agujero o falla tenía que haber en el amor que te tuvieran, no tanto porque tus padres de hoy no son biológicos -como se dice-, sino por el hecho de que alguna conciencia tendrán ellos de tu historia y la falsificaron. Imagino que te han mentido mucho.
También pensé todos estos años en qué hacer si te encontraba: si arrancarte del hogar que tenías o hablar con tus padres adoptivos para establecer un acuerdo que me permitiera verte y acompañarte, siempre sobre la base de que supieras vos quién eras y de donde venías. El dilema se reiteraba cada vez -y fueron varias- que asomaba la posibilidad de que las Abuelas de Plaza de Mayo te hubieran encontrado. Se reiteraba de manera diferente, según tu edad en cada momento.
Me preocupaba que fueras demasiado chico o chica – por no ser suficientemente chico o chica- para entender por qué no eran tus padres los que creías tus padres y a lo mejor querías como a padres. Me preocupaba que padecieras así una doble herida, una suerte de hachazo en el tejido de tu subjetividad en formación. Pero ahora sos grande. Podés enterarte de quién sos y decidir después que hacer con lo que fuiste. Ahí están las Abuelas y su banco de datos sanguíneos que permiten determinar con precisión científica el origen de hijos de desaparecidos. Tu origen.
Ahora tenes casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho como vos y con un mundo mas habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.
Los sueños de Marcelo y Claudia no se han cumplido todavía. Menos vos, que naciste y estás quién sabe dónde ni con quién. Tal vez tengas los ojos verdegrises de mi hijo o los ojos color castaño de su mujer, que poseían un brillo muy especial y tierno y pícaro. Quién sabe cómo serás si sos varón. Quién sabe como serás si sos mujer. A lo mejor podés salir de ese misterio para entrar en otro: el del encuentro con un abuelo que te espera.
El 31 de marzo de 2000, Juan Gelman reencontró por fin a su nieta. Tenía 23 años, se llamaba María Macarena.

dimecres, 15 de gener del 2014

Temps de Nadal (desembre 2013)

La Marta era la professora d’Història del Temps, i avui començava un taller per als nouvinguts. La curiositat s’havia apoderat d’aquells alumnes que acabaven d’arribar i no ho tenien gens clar, malgrat haver compartit amb gent de tot arreu aquell fet tan singular que s’havia propagat com l’aire. Tothom es preguntava què era Nadal, d’on havia sortit, què significava... i ningú no hi sabia donar una resposta. Després d’uns segons d’haver-se saludat amb la mirada, la Marta va connectar unes grans pantalles i va dir als alumnes que s’hi fixessin. Les imatges canviaven i es passejaven per tota la Terra. Pertot es veia com els seus habitants celebraven de forma diferent el Nadal, però tots el celebraven: era un fet universal. Després de comentar diverses imatges, una veu va preguntar qui s’havia inventat el Nadal i per què. La professora va començar a explicar: --Quan Déu va crear el Món, no va tenir en compte que aquells éssers als quals els va donar vida també podrien decidir coses, tindrien sentiments i lluitarien entre ells, es matarien, moltes famílies quedarien desfetes per les enveges, el mal regnaria entre ells... Fa 2013 anys va tenir una idea pensant que podria arreglar unes quantes fallades. Va crear un ésser que va anunciar que era fill seu i que va enviar a la Terra mitjançant el ventre d’una bona dona i d’un home destinats a ser-ne els pares, és a dir, va crear una família. Els alumnes embadalits, cada vegada en volien saber més. --Què creia que aconseguiria Déu? --Que com a mínim no es barallessin durant uns dies i que reflexionessin... --Creu que l’objectiu ha estat possible? –va preguntar en Jonàs. --Mireu l’altra pantalla... què hi veieu? --Dos homes que es passen pel costat i no se saluden... –respon la Ivet. --Continua... Ivet. --Un d’aquests dos homes recula i parla amb l’altre, aquest se’l mira i no sé què es diuen. Ara s’abracen i es fan un petó... --Bé --diu la Marta. L’efecte és el que es pretenia: que fessin les paus. Ara gira el botó cap a la dreta...Veus, hi ha guerra! La gent es mata. I, què fan en aquests moments...? --Oh, han parat de matar-se. Estan contents i celebren alguna cosa. --Celebren Nadal! Si no existís Nadal la gent no pararia de matar-se i d’estar de mal humor, d’odiar-se... --Sí, Marta; però després tornen a odiar-se i a fer-se mal... De què serveix? --Serveix perquè hi hagi una pausa i reflexionin. Quan s’acosten les festes la conducta dels humans canvia, pensen en celebrar junts l’arribada del Fill de Déu. Troben a faltar les persones estimades que ja no tenen al seu costat i reflexionen... Quantes coses negatives s’han fet i es podien haver evitat. --Ara ja sabeu quina és la nostra missió després d’aquest taller: ens hem de preparar molt bé per baixar a la Terra i acompanyar aquestes persones a trobar el camí bo. Aquesta nit fareu la vostra primera sortida. Us guiarà la INTUÏCIÓ i fareu la primera pràctica. La música i les llumetes també us serà d’ajuda, els sentiments seran més febles... i els podreu manipular. Els alumnes, contents i agraïts per tot el que havien après, es van posar les ales i van baixar a la Terra. Per tot el Món se sentien cançons que parlaven de Pau, Amor... Era Nadal!

fallece a los 83 años el escritor argentino Juan Gelman

 Público 15/01/2014


La obra del poeta, galardonado con el Premio Cervantes en 2007, estuvo marcada por su compromiso político. Su hijo fue asesinado en la dictadura.


dimecres, 4 de desembre del 2013

Coses de la vida

Després d’uns mesos d’haver tornat de viatge de nuvis, vaig poder constatar que la meva vida havia canviat, i molt! No em trobava bé i estava molt nerviosa; no sabia per què, però quan arribava la nit sentia com el pànic s’apoderava de mi. Ja al llit, una forta picor envaïa tot el meu cos. Així que em vaig decidir a anar al metge abans que aquelles manifestacions trenquessin el meu recent matrimoni: --Doctor, em podria dir el perquè de tot plegat? Després de divagar molta estona i sentir-me petita i perduda com una formiga, em va dir tot compassiu: --Senyora, el món de la medicina, la ciència... és molt complex. Jo mateix no sé ni qui sóc. --Ho entenc, però... una aproximació, doctor! -Al•lèrgia. Podrien ser àcars... Davant de la meva sorpresa (jo no havia tingut mai al•lèrgia), em va preguntar: --Digui’m: com dorm? --Dormo abraçada al meu marit... Aquella nit, quan ja era al llit, no vaig parar de donar voltes al que m’havia dit el doctor. L’endemà em vaig llevar convençuda que m’havia casat amb un immens àcar, no podia ser una altra cosa. Però aleshores jo, qui era?

dijous, 21 de novembre del 2013

Es hoy




Vivan el vino, el amor
Si hemos de morir un día
Que nos encuentren libando
Leche, miel y ambrosía.

Hombres y mujeres todos
Venid a mí con descaro
Que el cuerpo retoce vivo
Sin temor y sin reparo

¿Pecado es querer vivir?
¿Perdón hay que demandar?
Mañana no está aún aquí
Es hoy cuando hay que gozar.

Seducción


 


Te cruzaste conmigo,  y tu mirada aguamarina
buscó la mía, como al descuido.
Ni un gesto, ni una palabra
salieron de tu cuerpo o de tu boca.
Una simple mirada perturbadora, azul.   
        
Jugaste conmigo el juego de la seducción,
viste en mis pupilas la avidez de tu propio placer,
intuíste, al acecho, la profundidad de mi deseo
avivaste, implacable, el fuego adormecido.
Y despertaste en mí el diablo oculto.
                                                                                                              
Apuré contigo el bebedizo de los dioses                                                                                                 
Mi mundo alrededor se hizo borroso.
Y cuando quise regresar a la cordura
no pude ya desprender tus ojos de los míos.


Romance de ciego



Buenas gentes que escucháis,
Un crimen notable y raro
Sucedido en esta villa
Este ciego ha de contaros
Eran las seis de la tarde
De un día lluvioso y frío
Cuando en una calle oscura
Una niña ha aparecido
Corre y corre la muchacha
Gira y gira la cabeza
Sus piernas están temblando
Tras ella el sacamantecas
Tapada lleva la cara
Y en la mano un hacha lleva
Ya alcanza a la pobre niña
Ya le corta la cabeza
Corre la sangre en el suelo
La niña ya queda muerta
Quien pasare por la calle
Con horror la verá yerta
Madres que estáis escuchando
Seguid siempre mi consejo
Cuidad bien de vuestras hijas
Encerradlas junto al fuego
Y aquí se acaba la historia
De un crimen notable y raro
Que sucedió en esta villa
Y que el ciego os ha contado


pasa el tiempo



Dejé pasar mi infancia en el olvido, en un vuelo ligero,
Como revolotean al viento las hojas del otoño  
Como se pierde el agua que va al mar.  
     
Giró sin parar la rueda de la noria
Rodó la piedra en ríos revueltos, en remolinos bravos.

Dejé pasar mi juventud en un sueño febril, efímero
Como el soplo de aire que apaga la vela
Como la llama del último momento de la hoguera

Giró el reloj hasta acabar la cuerda
Rodó el silencio oscuro de la noche

Ahora no olvidaré los instantes del alba
Las noches estrelladas, las palabras sencillas.
Cogeré a manos llenas los rayos alegres
del sol, el agua de la lluvia, el olor húmedo de la niebla,
los sueños blancos que me trae la luna.
Y guardaré para siempre en mi memoria
Los amores profundos de mi gente querida.