Cuentan
que en un país de pandereta
Un senador
achulado y arrogante
A un
partido corrupto y vergonzante
Hacíale
con sorna la peineta.
Unos
cuantos dineros en Suiza
“Poca
cosa”, decían sus leales
Y con
sus peroratas proverbiales:
“Veamos
quién allí los localiza”.
Bárcenas,
el cabrón era su apodo,
Que
amaba con delirio el capital
Con
sobres protegía su acomodo
Y el
partido, cual barco a la deriva,
Bogaba
en un inmenso lodazal
Pobre
país sin otra alternativa
dando caña, si señora...!
ResponEliminaEscribible, increíble.
ResponEliminaEstoy estupenfacta!