(noticia extraída de un periódico
de ámbito nacional de fecha 12/1/09)
El “Gourmet”
era un taller infantil de sábado por la tarde, en donde los críos se distraían
de sus preocupaciones... sí, sí, preocupaciones, familiares, escolares o
sociales hincando el dientecillo a los mejunjes que preparaban ellos mismos.
Los poderes públicos,
velando siempre por los ciudadanos, lo clausuraron.
- Sanitariamente
inexcusable. ¿Cómo unos niños pueden, tras pastelear los nutrientes zampárselos
sin un Registro Sanitario? !!!- tronaban los bienamados próceres.
Los críos se
rebelaron y aliados con el hermano abogado de uno de ellos, decidieron cursar
una demanda por agravio comparativo con los clubes homólogos de adultos.
Ni que decir tiene
que no prosperó. Ni cortos ni perezosos protestaron y elevaron una apelación al
Supremo, en donde en estos momentos se dirime la causa.
Para el diario ZYZ,
Vicente Cortina (enviado especial en Bagunta)
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