dimecres, 10 de juny del 2009

otro día más

(corregido, pero sin decidirme. He puesto las dos opciones, la primera con la puntuación cambiada, por eso del ritmo. Lo dejo madurar. Gracias por vuestras opiniones)



Otro día más

Barcelona 1933

- Abel, Abel...Venga despierta ya, que ya es la hora.

La madre no grita, parece entonar con pena una canción con la que intenta despertarle. Si por ella fuera le dejaría gozar todavía de lo poco de que aún puede gozar, del calorcito inconsciente de la duermevela.

- 5 minutos más, madre.

Abel consigue por fin abrir los ojos. De un salto, pone sus pies en el suelo desnudo y lucha por dibujar en su cara una media sonrisa dirigida a su madre. “Otro día más”, piensa.

Diez minutos más tarde ya está listo. Entra en la cocina y, sin siquiera sentarse, engulle el café migado de todos los días.

- Hasta luego, madre.
- Que Dios te bendiga, hijo. Y que te dé suerte.
- Hoy lo conseguiré, no te preocupes; y alegra esa cara -le dice rehuyendo su mirada al tiempo que abre la puerta.

La cola es larga, interminable. Los hombres esperan, serios, mudos. Desde lejos, sombreros, gorras, abrigos con los cuellos levantados, manos callosas que se frotan intentando luchar contra el frío intenso; bocas cerradas para impedir que las quejas se escapen libres, inútiles. Un silencio espeso y gris, una espera ansiosa y desesperanzada.

Llega una camioneta y de ella baja el capataz.

- Tú, tú y...tú. Los demás volved mañana.

Da media vuelta y camina hacia la camioneta, seguido de esos pocos con la cabeza gacha, como avergonzados de la suerte de haber sido elegidos.

Otro día que dios no ha bendecido a Abel, otro día más que llorará su rabia silenciosa, otro día que tendrá que fijar en su rostro la sonrisa, antes de entrar a casa.

- No te preocupes, madre. Mañana seguro que sí.

Barcelona 2009

Biel hace cola a las puertas del comedor social. El periódico con el que pretende ocultar su rostro sólo habla de malas noticias: la economía está herida, tal vez enferma... el último achaque del capitalismo que nos ha metido en este berenjenal...crisis hipotecaria... cuántas palabras, dios, cuánto teatro...
Él, de economía no entiende nada. Sólo está desesperado. Sólo tiene hambre.[Sólo está desesperado, sólo tiene hambre, un hambre que no sabe de globalizaciones ni de virus financieros, un hambre primitiva que le da mucho miedo].
Concha

3 comentaris:

  1. No te ha quedado mal, pero a mi me da la sensación de que de esta manera queda abierto: miedo por que es una sensación nueva ?, porque ha ido a menos?.
    A mi, francamente, el final "sólo sabe que tiene hambre" me gusta tal cual o, si a ti te gusta más, "un hambre primitivo" (lo del miedo, como ves, no me acaba de ...).

    En fin!, "solo sé que no sé nada ..."
    És sólo mi parecer.

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  2. Concha, me gustaba más el final más seco....Toso esto que añades, ya se sobreentiende....no sé ...pero no lo pondría.

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  3. Me gustó ayer y me gusta hoy. Me gustan los dos. Debe ser subjetivo. Y lo que más me gusta es que no se nota "emparchado" que es lo que a menudo me sucede cuando releo los cambios. Matizaciones? finales distintos?

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