dimarts, 30 d’abril del 2013

Guernica, el cuadro (corregit)




Salió pronto de casa. Sola con su maletita de ruedas, poca ropa y un neceser. Iría a Madrid en AVE. Sería un trayecto agradable, relajado, amable. La mecería la suavidad de un tren neumático, cuasi ingrávido. La ingravidez, esa palabra quedó anclada en su pensamiento…recordó su gravidez, aquella felicidad extrema que la embargó, el sentirse colmada, realizada biológicamente. Mujer, ¡cuánto tiempo, ya! Supo que algo pasaba cuando empezó a sentir asco por los cigarrillos, se preguntó a sí misma con extrañeza, qué le estaría ocurriendo. Se sentía tan absolutamente tranquila. Suponía que eran las hormonas alborotadas, por los cambios propios de la preñez. En fin, al menos sabía qué se sentía al estar esperando un hijo, aunque éste no llegara nunca. El que si llegó fue el taxi que la llevaría a la estación de tren. Ansiaba volver a ver el cuadro, lo había ido a visitar hacía muchísimos años, cuando volvió de EE.UU. y se expuso en solitario en el Casón del Buen Retiro. Elena deseaba volver a verlo, ahora bien ubicado en el Museo Reina Sofía. Esta escapada estaba dedicada sólo a él.
Ella quedó extasiada ante la magnificencia, el esplendor, el realce que alcanzaba El Guernica en su nueva ubicación.
Fue paseando despacito por las salas hasta llegar a un rincón, y allí un cuadrito… un Picasso chiquitín, 73x60, un óleo de 1928 le llamó la atención. Figure (figura) se titulaba, y Elena se quedó pegada al suelo, delante del cuadro, mirando los dientes verticales y los tres ojos verticales a su vez, inscritos en una especie de antifaz con patitas y flequillo que la retrotrajeron a otra imagen: la de aquellos labios que él mordía para no reir, la de aquellos cabellos rizados, canosos y crespos, aquellos ojos penetrantes hasta el alma y aquella tez morena, y aquellas manos…que la invitaban a hablar y a las que ya nunca volvería a ver. Elena sabía que de nuevo su alma estaba sola, sin la de él, ya no habría nunca más consuelo.

2 comentaris:

  1. Te está dando resultado el taller con Nati. Creo que me apuntaré. Me ha gustado, entre otras cosas, que una palabra te lleve a otra "ingravidez/gravidez", una idea a otra: "no llegar un hijo/sí llegar un taxi"; de la descripción del cuadro chiquitito al recuerdo de unos labios.

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  2. la verdad es que da una caña tremenda...intento sacar algo de este personajillo...que soy yo. En fin una muy buena profesora y excelente pedagoga.

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