dimarts, 19 de febrer del 2013

Lo que de mí quede



Odio el frío afilado que corta mi respiración, cuartea mi piel, sangra mis manos, embota mis dedos, entumece mis piernas, cala mis huesos como lluvia ligera, constante; se filtra en mi cerebro, paraliza mi corazón.

Frío testarudo, encarnizado, tirano.
Frío cruel, áspero, indiferente.

Anhelo ardientemente
El cuerpo tibio que se adhiera a mi cuerpo y me dé su calor.
Las manos suaves que acaricien mis temblores.
Los pies que calienten mis pies, tan ateridos.
Los labios que eviten mi dar diente con diente.
La manta que abrigue mi soledad, tan fría.
La cama, tantas veces soñada,
que acoja mi cuerpo, casi inerte.
La casa que me proteja de las noches sin luna.
La tumba que abrace, por fin, 
lo que de mí quede.

Concha

2 comentaris:

  1. Osti, Concha...que pasada...tengo todos los pelillos de punta!!!!
    Que bien dicho, que hermosura, como suena de bien tu castellano puro y cristalino, y lo que dices, duro como el hielo aderezado con melocotón de terciopelo.

    ResponElimina