dijous, 29 d’octubre del 2009

Sinrazón

Sinrazón



Barcelona 22 de octubre de 1971

Hola Nicolás. Tengo que pedirte algo: cuando veas a Beatriz Galindo dale esta carta de mi parte. He perdido su dirección (de hecho, de todas, la tuya es la única que conservo en la memoria gracias al alquiler del piso de tus padres), y sé que vosotros coincidís en la Universidad. No tengo ahora humor para darte más detalles. Quizás más adelante. Gracias por el favor.

Un abrazo

Ana.


Barcelona 21 de octubre de 1971


Querida Beatriz, he recordado una frase que en vuestra época “Herman Hesse” teníais siempre en la boca, y que decía más o menos que cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros. Qué poder y a quién he podido yo concederlo es algo que no acierto a explicarme. ¿Hay alguna cosa peor que temer lo que no se conoce, lo que no puedes explicarte, el miedo al fantasma de alguien? ¿Puede haber una persona tan trastornada? Alguien que es capaz de todo, como podrás ver por la carta que te transcribo a continuación (el original tengo mucho interés en conservarlo a buen recaudo). Y que dice:

Querido Vicente, no sé cómo empezar esta carta porque la noticia ha sido un golpe violento. Me imagino cómo estarás y lo que estarás sufriendo, si hasta a nosotros nos abruma el desconsuelo. Cuando me dijeron que Ana había muerto, no me lo podía creer. ¿En el hospital? ¿A consecuencia de una operación? ¿En el parto? Nadie acertaba a explicarnos lo que había pasado, aunque la noticia de su muerte corrió veloz. Recibe mi más sentido pésame y mis deseos de que el tiempo que todo lo cura pase muy deprisa. Y recibe también un abrazo muy fuerte.

Andrea

PD Para ella siempre Doña Andrea. ¿Con quién tomaré ahora el té de las cinco?

***
Imagina mi estupor cuando abrí una carta que no me iba dirigida, pero que consideré desde el principio mía (un poco extrañada, es verdad, de que fuera a nombre de mi marido).

¿Quién se inventó mi muerte? ¿Por qué? No acierto a comprender a quién pude yo herir hasta el punto de quererme muerta. Y temo que si alguien tiene una mente tan retorcida, si se es capaz de inventar algo así, se puede también llegar hasta el final, hacerme daño de verdad. TENGO MIEDO, y me he descubierto girando la cabeza cuando salgo del metro, apresurando el paso cuando voy llegando a casa, casi mirando debajo de la cama como hacía de niña.
¿Por qué tú? ¿Por qué buscar tu ayuda y no la de cualquier otro del grupo? Tan sencillo como pensar en la buena relación que tenías con todos y suponer que la has seguido manteniendo más allá del Instituto. Pienso que si logro saber de dónde partió el rumor, podré conjurarlo. Después de darle muchas vueltas, he llegado a la conclusión de que viene de ahí, de mis antiguos alumnos. No te doy el nombre que se me viene a la cabeza por miedo a cometer un error del que me arrepentiría al acusar a alguien sin ninguna prueba.

Te envío también una copia de mi respuesta a la carta de Dª Andrea con el ruego de que hagas llegar su contenido a toda la gente preocupada inútilmente, gracias a Dios, por mí.


Barcelona 20 de Octubre de 1971

Mi querida Doña Andrea, no sé que le producirá más susto si mi pretendida muerte o mi real resurrección. Palabras no tengo. Lo único que se nos ha ocurrido a Vicente y a mí es hacer una visita a Burriana y celebrar con toda la gente que me quiere el poder seguir dando la lata por estos mundos de dios. Vaya preparando una botellita de champán (y por supuesto el té de las cinco). Un abrazo para mi profesora de inglés preferida.

Ana



Valencia 23 de Octubre de 1971

Querida Ana. Encantada, feliz, heureuse de saberte vivita y coleando. Quiero, queremos verte. ¿Cuándo vendrás? ¿Cuándo podremos celebrarlo? ¿Una fiesta por todo lo grande? ¿O una de aquellas acampadas que hacíamos entonces? (Qué risa nos daba lo mal que sabías ir en bici! Y Manolo que te decía “Vous pédalez bien, madame”, el muy pelota!)De momento- ni siquiera he esperado a comunicar la noticia a la gente para escribirte- decirte que Nicolas ha cumplido su parte de la misión., como puedes darte cuenta. Ahora VERNOS URGENTEMENTE, darte un abrazo, gozar de ti, quitarnos el susto. Ya tendré tiempo después de hacer de Sherlock Holms. Te prometo poner toda la carne en el asador.

Un abrazo

Beatriz


Concha

1 comentari:

  1. La verdad, Concha, es que me he hecho un lío. Recuerdo, vagamente, que de una manera u otra, se habló de este caso (creo que real ?) un día en la clase de Asun. Lo imprimiré ahorita mismo y lo volveré a leer con calma. Creo que me he hecho el lío con los autores de las cartas y las fechas que me parece que van al revés??.
    Original, desde luego, es ...

    ResponElimina