dimecres, 9 de juny del 2010
Mientras el coche empieza a deslizarse pendiente abajo, mientras empieza a coger velocidad, dejadme que os explique la clase de cosas que pensaba. La ciudad estaba allí abajo, gris y dorada a la luz del crepúsculo, y me parecía tan vacía y abandonada como las ruinas de una ciudad antigua. Naturalmente que continuaba estando tan habitada como siempre, pero nadie se entretenía en pasear, en distraerse, o en conversar tranquilamente en una plaza. Hacía tiempo que no veías grupos de gente joven haciendo el indio por la calle, riendo, corriendo. El coche empezaba a correr y nosotros chillábamos, y no creo que nadie más chillase o riera o llorase o gritara en toda la ciudad.
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Fer el ximple: he escollit fer l'indio perquè em sembla més adient que no pas fer el gamberro o el imbécil. Vosotras tenéis la palabra.
ResponEliminaM'agradat moltíssim la imatge, és viva i dolça, i culpidora a la vegada.
ResponEliminaEt felicito.
En quan a indio per a mí imbecil,em quadra més.
Més aviat li hem d'agrair al senyor David Cirici (Fàbrica de mentides) i a la senyora Montserrat Torra que ens va posar l'exercici (veure dia 1 de juny)
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